jueves, 24 de noviembre de 2011

Manuel Vidal muestra "La cena de Emaús", con destino al Santo Cristo

Manuel Vidal exhibe en Liceo una singularísima obra para la capilla del Santo Cristo de la catedral de Ourense, que le encargó el Deán Serafín Marqués, quien lo ha donado, como consta en una inscripción del cuadro. A su lado se pueden ver,  además, una serie de bocetos con el proceso de ejecución, siendo el más interesante el primero, uno de los dos dibujos que  -según nos dijo-, presentó al comitente para la elección.

                                                                                                                            La obra fue presentada el lunes pasado en las instalaciones del Liceo. En la foto de La Región el presidente de la sociedad, José Carlos Martínez-Pedrayo, está posando con ambos (el pintor a la izquierda).

Uno de los bocetos iniciales de la obra, mayo 2006.

El artista, de acuerdo con el encargo ha elegido el tema de los "Peregrinos de Emaús", en concreto el pasaje de la fracción del pan, conocido como "Cena de Emaús", escena de reconocimiento / anagnôrisis de su resurrección. O epifanía. Mas, luego, sobrevino la desaparición...

Hay otra figura en primer término y de espaldas que utiliza en parte para componer el espacio -y asimismo en relación a las otras dos obras con las que compartirá pared, en la parte más alta del muro occidental de la capilla, joya del Barroco gallego.


El discípulo sito a la diestra de Jesús pasó a convertirse en una mujer, cambio que hay que poner en relación con la exégesis teológica reciente, mas también con el sentir plural. Un grupo ternario, que se hace cuaternario con el contemplador (aquí estamos nosotros).
"Manuel Vidal "La Cena de Emaús", o./l., 2011.
Rembrandt, principalmente, ha sido una inspiración para el maestro ourensano nacido en Boente (A Coruña), en pleno "Camino francés". El ritmo de las manos, la luz, el gesto del Resucitado,... una obra que agiganta al artista, y enriquece aún más desde el siglo XXI esta paradigmática obra de nuestro Barroco.


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