domingo, 29 de enero de 2012

En la estela del 27 de enero, Día Internacional en Memoria de la Shoah


En estos días de Enero, nos viene a mientes, ante todo, el Día de la Paz, ese deseable reinado propugnado desde la ONU con ocasión de la violenta muerte de Mahatma Ghandi el día 30, en 1948.

Es una Jornada que tiene en el ámbito pedagógico escolar un valor especial, mas lo debe ser aún más para toda la ciudadanía, acción ésta que la voz política debe abanderar sin ambages.

Tres años antes, el 27 de enero, fueron liberados del campo de exterminio Auschwitz - Birkenau unos tres mil prisioneros que aguardaban la muerte sin juicio. Su sumarísima condena emanaba únicamente de su condición de judíos. Hace pocos años aún, desde 2005, la ONU promueve el “recuerdo hoy y por siempre jamás” de la sinrazón: sesenta años después.

M. F. Santiago Bolaños con su libro en la mesa (foto Blog del Liceo)
             Con la memoria como telón de fondo, asimismo, llegó La canción de Ruth, libro presentado este mes en el Liceo por María Fernanda Santiago Bolaños. Publicado ya en 2010, la autora madrileña quiso personarse en uno de los núcleos del latir de Ourense, tras su paso por el gabinete cultural socialista.


Monumento a los judíos de Europa asesinados, Berlin, 2005, de P. Einsenman y B. Happold.
En la ciudad que acogió a la hoy doctora en filosofía en sus inicios docentes vio publicadas sus tres novelas anteriores (Editorial Linteo), amaneciendo además desde el Café Latino y la Mirada Atlántica. Santiago dejó en el aire del salón una emoción al contar como se encontró con el Budapest real, deambulando por el territorio de Sanz-Briz que salvó desde la embajada a tantos de los nazis.

Del blog del Liceo
Obra de una familia judía, de Sefarad y de la diáspora, su libro es también una historia de mujeres, en la que está presente Isadora Duncan, y, sobre todo, Marina Tsietaieva, que murió en un campo de concentración, como una sombra.

Sus protagonistas transitan por Madrid, León, Valencia y Moscú, desde la época de la guerra hasta los años ochenta.

Una historia de gran aliento lírico, seguramente, de memoria, y de grandes viajes también. Un libro que recuerda a un poliedro con estructura de filosófica en tratados, en el que incluye otros libros, pues recoge un cuento mongol de Gengis Khan, el Zohar hebreo y el Libro del Esplendor de Moisés de León y, cómo no, el Libro bíblico de Ruth.


Un libro en suma que es una búsqueda personal de la autora, a través de sus personajes, su forma de luchar contra el olvido.
Santiago Bolaños mencionó en la presentación, de pasada eso sí, a las hermanas Touza de Ribadavia, Julia, Lola y Amparo, que formaron parte de la red humanitaria de ayuda ayudaron a numerosos judíos a pasar a Portugal. Desde los Pirineos llegaban a la libertad, consiguiendo que unas quinientas personas se salvasen. 'Más pronto que tarde tendremos la película de las hermanas Touza', aseguró Julio Rodríguez Touza, nieto de Lola (que es un conocido y reconocido arquitecto).

Las hermanas Touza en torno a 1950.
Su casa en Ribadavia (Ourense)

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