sábado, 19 de enero de 2013

Lazcano, del Informalismo a Goya


Realizada en 2008,  teima del grabado goyesco.
(pasando por la Memoria, que en su caso es además de M. Histórica la del intersignum del cristianismo).

Juan Manuel Lazcano (1947) es un pintor abstracto gallego. Desde el territorio del Informalismo, con amplias incursiones figurativas y un sentimiento expresionista.

Está exponiendo en el Museo Municipal, con una muestra excesiva -prescindible en un cuarenta por ciento: el piso superior  que llama 'Miradas blandas', una incoherente puesta en escena-, aunque el artista ha preferido vaciar su estudio tras su reciente jubilación. A estas obras añade a modo de addenda una microexposición temática desde una obra de Goya sobre la que ha reflexionado con insistencia en los últimos años: ‘Átropos’, de la Quinta del Sordo (1820-1823), símbolo greco-latino del final de la vida (pues corta su hilo), a la que acompañan las otras compañeras que conforman el grupo de Las Parcas, como se conoce a esta obra desde 1867.

Contemplarlas son una experiencia trascendente que podemos aplicar, a nuestro entorno, en el que nacen. Con la planta de entrada configura lo que denomina 'Miradas duras' (sic).

Lazcano y la Concejal de Cultura (su 1ª expo como tal). Al lado 'Tres cruces II' (2011).
Son miradas desde una idea temática que expresa en formato de tríptico y la forma icónica de la cruz. Aquí se halla, Tres Cruces, Stábat mater, y Réquiem, principalmente lo más interesante. Leyendo al renacentista modo, en el espacio, vemos el alter ego, al otro lado de la sala: ‘Os que se foron’, en cuatro paneles, memoria histórica luctuosa, con el Tres de Mayo de Goya en la inspiración.

'Os que se foron', 2011, técn. mixta sobre tabla.







Desde su Pontevedra natal, atracó aquí desde ámbitos políticos, asentando su vida desde la sociología y el arte. Se sintió entonces al comienzo de sus sesenta años, con la fuerza necesaria para bajar al valle con su mundo plástico, que apenas había pisado. Todo eran colectivas, y exposiciones fuera, en el entorno (Tamallancos, Monforte, Ribadavia,... pero también Vilagarcía y Coimbra/Portugal, lugar éste dónde se inicia en 1992). La pintura, retomada casi como ‘terapia ocupacional’, según sus palabras, que latía en su entorno desde la infancia familiar, se fue haciendo cada vez más indispensable. El Atlántico, América,… y Leopoldo Nóvoa: así lo vimos en “Hemisferios” (Centro Cultural, 2007).

Leopoldo Nóvoa (1919-2012), maestro del espacio conceptual -un magisterio para él desde su taller de Armenteira, Pontevedra-, dijo de él que gusta de extraer la esencia de la inmediatez visible, pista que nos habla de parte de sus creación: paisanaje y paisaje también. Como él, trabaja en cartón y paspartú, con acrílicos y cenizas. Mas el parecido acaba aquí, pues también utiliza óleo, y madera, en un eclecticismo expresivo propio. Ahora, cumplidos los sesenta y cinco parece querer caminar ligero de equipaje...

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